1.Perú y Chile no eran países limítrofes cuando estallo la guerra en 1879. Entre ambos países se interponían el desierto de atacama, que constituía el litoral boliviano y, por lo tanto, la salida de Bolivia al océano pacifico. El Perú, pues, por el sur limitaba con Bolivia. 1.-ORIGEN DEL CONFLICTO El conflicto no comenzó directamente entre Perú y chile sino más bien entre este país y Bolivia. Las disputas entre Chile y Bolivia.- Hasta aproximadamente 1840 ambos países no tuvieron mayores problemas. Pero la existencia de grandes yacimientos de guano y salitre y otras codiciadas riquezas naturales, excitaron el interés y la ambición de capitalistas chilenos y de otras nacionalidades por el interés y la ambición de capitalistas chilenos y de otras nacionalidades por el desierto de atacama, determinando la intervención del gobierno chileno. Como primer paso dicho gobierno dio una ley en 1842 estableciendo que el límite de chile con Bolivia estaba en el paralelo 23º, al norte de la bahía de Mejillones.
2.Bolivia protesto por aquella disposición alegando que el límite de chile estaba en el paralelo 25ª, en el rio Paposo, de acuerdo con los límites que habían tenido las antiguas Audiencias de Charcas y Chile. Tratado de 1866.- La situación legal no tuvo mayor variante hasta 1866, año en que el Presidente de Bolivia, Mariano Melgarejo, decidió partidario de Chile, celebro con esa República un tratado estableciendo como limite el paralelo 24º. Tratado de 1874.- Capitalistas chilenos e ingleses, agrupados en la Compañía de Salitre y Ferrocarriles de Antofagasta, fueron obteniendo nuevas concesiones. En 1874 ambos países firmaron un tratado que ratifico los limites en el paralelo 24. En este tratado Bolivia se comprometió a no aumentar durante veinticinco años las contribuciones existentes. Como se recordará, en 1873 se había celebrado la alianza defensiva entre Perú y Bolivia. 2.- ESTALLA LA GUERRA CON CHILE En 1878 el Parlamento boliviano aprobó una ley que establecía un impuesto de diez centavos por cada quintal de salitre exportado por el puerto de Antofagasta. Gobernada entonces Bolivia el general Hilarión Daza, quien estaba dispuesto a seguir una política inflexible con chile.
3.Ante dicho impuesto, la compañía salitrera pidió la intervención del gobierno chileno, quien reclamó a Bolivia lo suprimiera, invocando para ello el tratado de 1874 que comprometía a este país a no imponer mayores contribuciones. En respuesta Daza ordenó que la compañía y ordeno el remate publico de sus bienes. Al insistir chile en su reclamo, Daza suspendió el discutido impuesto pero decreto que Bolivia reivindicada las salitres, es decir, recuperaba su propiedad. Al mismo tiempo anulo las concesiones a la compañía y ordeno el remate público de sus bienes. Chile ocupa Atacama y Bolivia le declara la guerra.- Ante la situación planteada, chile declaro nulo el tratado de 1874 y rompió relaciones diplomáticas con Bolivia. Luego, fuerzas chilenas ocuparon Antofagasta y todo el litoral boliviano, declarando que renacían los derechos de chile sobre los territorios situados entre los paralelos 23º y 24º. En respuesta, Bolivia le declaró la guerra (1º de marzo de 1879).
4.3.- CHILE DECLARA LA GUERRA AL PERU El peligro de una guerra entre chile y Bolivia, a la que podía ser arrastrada por la alianza que tenía con este país, movió al Perú a ofrecer su mediación para buscar un arreglo pacífico al conflicto. Con tal finalidad envió a Santiago al diplomático José Antonio de Lavalle. Fracasa la mediación peruana.- Al llegar Lavalle a Valparaiso fue objeto de hostiles manifestaciones populares. Había en chile un sentimiento favorable a la guerra para castigar a los invasores del litoral boliviano. Pero la gestión de Lavalle fracasó porque el gobierno chileno rechazó la fórmula de arreglo que propuso, basaba en el previo retiro de las tropas chilenas del litoral boliviano. En tales circunstancias el canciller chileno Fierro pregunto a Lavalle sobre la existencia de una alianza secreto entre el Perú y Bolivia y este ofreció pedir informes. Luego, chile exigió que el Perú se declarara neutral en el conflicto y como nuestro país se negara a ello, le declaro la guerra (5 de abril de1879).
5.4.-LA VERDADERA CUASA DE LA GUERRA La causa fundamental de la guerra fue la decisión de chile de apoderarse por la fuerza de los extensos territorios de atacama y Tarapacá, con cuyas riquezas naturales, principalmente el salitre, proyectaba resolver la aguda crisis económica que sufría. Esta “solución” de su problema económico fue impulsada por los capitalistas chilenos e ingleses que formaban la compañía salitrera. Varios de estos eran miembros de gabinete ministerial de chile. Dicha compañía estaba estrechamente vinculada al capitalismo ingles que cada vez se expandía más. Por eso en Europa maniobraron para que el Perú no pudiera obtener los fondos necesarios para comprar el armamento que tanto necesitaba. En cambio ayudaron decididamente al armamentismo chileno. Todo lo cual les dio fabulosas ganancias desde el momento en que chile ocupo Tarapacá.
Info-Tareas
domingo, 4 de diciembre de 2011
CRISIS DEL GUANO
En 1868 se inició el gobierno de Balta con la difícil tarea de reorganizar la administración pública y desarrollar materialmente al país. Sin embargo, el problema más delicado era el económico debido al déficit de más de 8 millones de soles que afectaba al presupuesto nacional, principalmente por la disminución de la venta del guano en Europa y los gastos generados por el conflicto con España. Por ello, el gobierno pretendía pedir un préstamo a los consignatarios del guano y cubrir la brecha presupuestaria; por su lado, en el Congreso existían voces por eliminar el sistema de consignaciones.
Fue en ese contexto que Balta llamó al ex-seminarista y periodista de oposición Nicolás de Piérola para asumir el ministerio de Hacienda. Cabe decir que en esos momentos, casi ningún político con aspiraciones en la función pública quería asumir la responsabilidad de tomar decisiones drásticas o impopulares frente a la agobiante crisis económica.
Piérola vio el problema con toda claridad. Los consignatarios nacionales no cumplían sus contratos con el Estado y retrasaban sus pagos debido a la disminución del precio del guano en los mercados europeos. Sucedió que los nuevos abonos químicos le hacían una feroz competencia. Por ello, especulaban con los cargamentos y los almacenaban en los puertos esperando el mejor momento para la venta del fertilizante. De este modo, el Estado no recibía puntualmente sus remesas impidiéndole programar sus gastos.
La solución era fácil pero al mismo tiempo delicada en aplicarse: quitarle el negocio del guano a los consignatarios y discutir nuevas condiciones con quien ofreciera mejores dividendos al país. Finalmente Piérola se inclinó por esto. Por ello, el joven ministro, de apenas 30 años, quien decía no representar a ningún grupo de poder, inició conversaciones con Augusto Dreyfus. Y el momento llegó.
El 5 de julio de 1869 se firmó en París el polémico Contrato Dreyfus por el cual el rico comerciante judío-francés, en representación de la Casa Dreyfus, se comprometía a comprar al Perú 2 millones de toneladas de guano por 73 millones de soles. Dreyfus debía adelantar 2 millones de soles en dos mensualidades al momento de la firma del contrato y asumió el compromiso de entregar cada mes, hasta marzo de 1871, la suma de 700 mil soles. Se encargaba, además, de hacerse cargo de todo el negocio del guano y a cancelar la deuda externa peruana haciendo uso de las ganancias obtenidas por la venta del abono.
Para el Perú era un buen negocio pues ya no debía preocuparse por los incumplimientos de los consignatarios. Además podía equilibrar su presupuesto, programar sus gastos y, como si esto fuera poco, se olvidaba del problema de su deuda con los acreedores ingleses. La reacción de los consignatarios nacionales fue violenta quienes basaban su protesta por ser “hijos del país”. Sus denuncias tuvieron eco en el poder judicial pero el Congreso, luego de encendidos debates, aprobó las condiciones del Contrato Dreyfus.
De este modo, se pensó orientar el dinero enviado por Dreyfus hacia obras productivas, especialmente en la construcción de ferrocarriles que, se pensaban, eran la vía segura al progreso. De esta forma Balta gastó enormes cantidades de dinero en implementar su política ferrocarrilera. Muchas líneas se construyeron, otras quedaron a medio hacer y las demás sólo fueron esbozadas en proyectos. Lo cierto es que al final el dinero de Dreyfus no alcanzó, el estado tuvo que volver a recurrir al crédito externo y afrontar el incontrolable déficit presupuestal.
Cuando Manuel Pardo asumió la presidencia en 1872 estas eran las cifras de la crisis: el presupuesto arrojaba un déficit de casi 9 millones de soles y el guano había reducido un 50% de sus ventas en Europa. En el congreso se desató un intenso debate llegando a culpar al régimen de Balta, y a su ministro Piérola, de ser los culpables directos de la penosa situación. La política ferroviaria había aumentado el monto de la deuda externa a 35 millones de libras esterlinas cuya sola amortización requería de casi 3 millones de libras, una suma equivalente a casi la totalidad del presupuesto.
De otro lado, la deuda interna ascendía a 13 millones de soles. Y como si esto fuera poco, el pago de los préstamos recibidos en 1870 y 1872 (12 millones y 37 millones de libras esterlinas, respectivamente) habían absorbido la totalidad de las mensualidades que Dreyfus quedaba comprometido a remitir al estado en virtud del contrato de 1869. Cebe mencionar que en 1872 el Perú tuvo el dudoso privilegio de tener la deuda externa más grande de Sudamérica en el mercado monetario de Londres.
A diferencia de épocas anteriores, ahora el estado no estaba en capacidad de conseguir más créditos en Londres para financiar sus gastos. Esto se agravó cuando en 1874 Dreyfus anunció que sólo cumpliría sus obligaciones hasta el año siguiente. Por ello, el gobierno de Pardo trató de obtener sin éxito, un sustituto de Dreyfus con la Societé Génerale de París y la Peruvian Guano en 1876.
Ese año se declaró la bancarrota financiera del Perú ante la imposibilidad de conseguir nuevos préstamos y asumir el pago de los anteriores. Esto llevó al civilismo a monopolizar y nacionalizar el salitre de Tarapacá sin ningún resultado positivo. Este sombrío panorama no solo originó la quiebra de los bancos de la época, sino la virtual ruina de la agricultura, la minería y el comercio. La creación de nuevos impuestos y la emisión monetaria no pudieron maquillar una crisis que hacia 1879, año que estalló la guerra con Chile, se volvía cada vez más agobiante.
Fue en ese contexto que Balta llamó al ex-seminarista y periodista de oposición Nicolás de Piérola para asumir el ministerio de Hacienda. Cabe decir que en esos momentos, casi ningún político con aspiraciones en la función pública quería asumir la responsabilidad de tomar decisiones drásticas o impopulares frente a la agobiante crisis económica.
Piérola vio el problema con toda claridad. Los consignatarios nacionales no cumplían sus contratos con el Estado y retrasaban sus pagos debido a la disminución del precio del guano en los mercados europeos. Sucedió que los nuevos abonos químicos le hacían una feroz competencia. Por ello, especulaban con los cargamentos y los almacenaban en los puertos esperando el mejor momento para la venta del fertilizante. De este modo, el Estado no recibía puntualmente sus remesas impidiéndole programar sus gastos.
La solución era fácil pero al mismo tiempo delicada en aplicarse: quitarle el negocio del guano a los consignatarios y discutir nuevas condiciones con quien ofreciera mejores dividendos al país. Finalmente Piérola se inclinó por esto. Por ello, el joven ministro, de apenas 30 años, quien decía no representar a ningún grupo de poder, inició conversaciones con Augusto Dreyfus. Y el momento llegó.
El 5 de julio de 1869 se firmó en París el polémico Contrato Dreyfus por el cual el rico comerciante judío-francés, en representación de la Casa Dreyfus, se comprometía a comprar al Perú 2 millones de toneladas de guano por 73 millones de soles. Dreyfus debía adelantar 2 millones de soles en dos mensualidades al momento de la firma del contrato y asumió el compromiso de entregar cada mes, hasta marzo de 1871, la suma de 700 mil soles. Se encargaba, además, de hacerse cargo de todo el negocio del guano y a cancelar la deuda externa peruana haciendo uso de las ganancias obtenidas por la venta del abono.
Para el Perú era un buen negocio pues ya no debía preocuparse por los incumplimientos de los consignatarios. Además podía equilibrar su presupuesto, programar sus gastos y, como si esto fuera poco, se olvidaba del problema de su deuda con los acreedores ingleses. La reacción de los consignatarios nacionales fue violenta quienes basaban su protesta por ser “hijos del país”. Sus denuncias tuvieron eco en el poder judicial pero el Congreso, luego de encendidos debates, aprobó las condiciones del Contrato Dreyfus.
De este modo, se pensó orientar el dinero enviado por Dreyfus hacia obras productivas, especialmente en la construcción de ferrocarriles que, se pensaban, eran la vía segura al progreso. De esta forma Balta gastó enormes cantidades de dinero en implementar su política ferrocarrilera. Muchas líneas se construyeron, otras quedaron a medio hacer y las demás sólo fueron esbozadas en proyectos. Lo cierto es que al final el dinero de Dreyfus no alcanzó, el estado tuvo que volver a recurrir al crédito externo y afrontar el incontrolable déficit presupuestal.
Cuando Manuel Pardo asumió la presidencia en 1872 estas eran las cifras de la crisis: el presupuesto arrojaba un déficit de casi 9 millones de soles y el guano había reducido un 50% de sus ventas en Europa. En el congreso se desató un intenso debate llegando a culpar al régimen de Balta, y a su ministro Piérola, de ser los culpables directos de la penosa situación. La política ferroviaria había aumentado el monto de la deuda externa a 35 millones de libras esterlinas cuya sola amortización requería de casi 3 millones de libras, una suma equivalente a casi la totalidad del presupuesto.
De otro lado, la deuda interna ascendía a 13 millones de soles. Y como si esto fuera poco, el pago de los préstamos recibidos en 1870 y 1872 (12 millones y 37 millones de libras esterlinas, respectivamente) habían absorbido la totalidad de las mensualidades que Dreyfus quedaba comprometido a remitir al estado en virtud del contrato de 1869. Cebe mencionar que en 1872 el Perú tuvo el dudoso privilegio de tener la deuda externa más grande de Sudamérica en el mercado monetario de Londres.
A diferencia de épocas anteriores, ahora el estado no estaba en capacidad de conseguir más créditos en Londres para financiar sus gastos. Esto se agravó cuando en 1874 Dreyfus anunció que sólo cumpliría sus obligaciones hasta el año siguiente. Por ello, el gobierno de Pardo trató de obtener sin éxito, un sustituto de Dreyfus con la Societé Génerale de París y la Peruvian Guano en 1876.
Ese año se declaró la bancarrota financiera del Perú ante la imposibilidad de conseguir nuevos préstamos y asumir el pago de los anteriores. Esto llevó al civilismo a monopolizar y nacionalizar el salitre de Tarapacá sin ningún resultado positivo. Este sombrío panorama no solo originó la quiebra de los bancos de la época, sino la virtual ruina de la agricultura, la minería y el comercio. La creación de nuevos impuestos y la emisión monetaria no pudieron maquillar una crisis que hacia 1879, año que estalló la guerra con Chile, se volvía cada vez más agobiante.
martes, 29 de noviembre de 2011
Matemática (Triangulos)
El triángulo
Un triángulo es una poligonal cerrada con tres lados y tres ángulos interiores. La suma de sus ángulos interiores es 180º
Los triángulos se pueden clasificar atendiendo a sus lados o a sus ángulos.
Clasificación por lados
Equilátero: Tiene todos sus lados iguales
Isósceles: Tiene dos lados iguales y uno desigual
Escaleno: Los tres lados son desiguales
Clasificación por ángulos
Acutángulo: Los tres ángulos son agudos.
Rectángulo: Un ángulo es recto y los otros dos agudos
Obtusángulo: Un ángulo es obtuso (>90º) y los otros dos agudos
Congruencia de triángulos
Dos triángulos son congruentes si hay una correspondencia entre sus vértices de tal manera que el ángulo del vértice y los lados que lo componen, en uno de los triángulos, sean congruentes con los del otro triángulo.
Congruencias de triángulos rectángulos
Criterio HC (Hipotenusa, Cateto). Dos triángulos rectángulos son congruentes si la hipotenusa y el cateto de uno de los triángulos tienen la misma medida que los correspondientes del otro.
Criterio CC (Cateto, Cateto). Dos triángulos rectángulos son congruentes si los catetos de uno de los triángulos tienen la misma medida que los catetos correspondientes del otro.
Criterio HA (Hipotenusa, Ángulo). Dos triángulos rectángulos son congruentes si la hipotenusa y un ángulo agudo de uno de los triángulos tienen la misma medida que los correspondientes del otro.
Criterio CA (Cateto, Ángulo). Dos triángulos rectángulos son congruentes si el cateto un ángulo agudo (el adyacente o el opuesto) de uno de los triángulos tienen la misma medida que los correspondientes del otro.
Un triángulo es una poligonal cerrada con tres lados y tres ángulos interiores. La suma de sus ángulos interiores es 180º
Los triángulos se pueden clasificar atendiendo a sus lados o a sus ángulos.
Clasificación por lados
Equilátero: Tiene todos sus lados iguales
Isósceles: Tiene dos lados iguales y uno desigual
Escaleno: Los tres lados son desiguales
Clasificación por ángulos
Acutángulo: Los tres ángulos son agudos.
Rectángulo: Un ángulo es recto y los otros dos agudos
Obtusángulo: Un ángulo es obtuso (>90º) y los otros dos agudos
Congruencia de triángulos
Dos triángulos son congruentes si hay una correspondencia entre sus vértices de tal manera que el ángulo del vértice y los lados que lo componen, en uno de los triángulos, sean congruentes con los del otro triángulo.
Congruencias de triángulos rectángulos
Criterio HC (Hipotenusa, Cateto). Dos triángulos rectángulos son congruentes si la hipotenusa y el cateto de uno de los triángulos tienen la misma medida que los correspondientes del otro.
Criterio CC (Cateto, Cateto). Dos triángulos rectángulos son congruentes si los catetos de uno de los triángulos tienen la misma medida que los catetos correspondientes del otro.
Criterio HA (Hipotenusa, Ángulo). Dos triángulos rectángulos son congruentes si la hipotenusa y un ángulo agudo de uno de los triángulos tienen la misma medida que los correspondientes del otro.
Criterio CA (Cateto, Ángulo). Dos triángulos rectángulos son congruentes si el cateto un ángulo agudo (el adyacente o el opuesto) de uno de los triángulos tienen la misma medida que los correspondientes del otro.
UNIDADES SINTÁCTICAS
1. Introducción
--------------------------------------------------------------------------------
La sintaxis es la parte de la gramática que estudia la función de las palabras al combinarse.
Como sabemos todos, las palabras son importantes para comunicarnos, pero de nada nos servirían si no fueran capaces de combinarse entre ellas. La comunicación con palabras aisladas es imposible, de ahí la importancia de la sintaxis.
Ahora bien, las palabras se combinan de acuerdo a ciertas reglas almacenadas en nuestro cerebro con los años que llevamos hablando una lengua determinada.
De ahí que digamos:
El día en la playa fue muy divertido
Pero nunca:
El muy playa en divertido fue la día
El ejemplo anterior nos demuestra dos cosas: primero, que las palabras no se combinan de cualquier manera, sino siguiendo ciertas reglas que todos conocemos, así no seamos expertos en gramática (las conocemos de manera instintiva); segundo que el significado de una expresión no se obtiene de sumar los significados de las palabras que la componen puesto que la oración El día en la playa fue muy divertido y la expresión El muy playa en divertido fue la día tienen las mismas palabras pero una tiene significado y la otra no.
El siguiente ejemplo ilustra mejor lo último:
El perro mordió al ladrón.
El ladrón mordió al perro.
Ambas oraciones tienen las mismas palabras y la única variación ha sido intercambiar lugares entre las palabras ladrón y perro. Pero, aunque contienen las mismas palabras, a nadie le queda duda de que tienen significados totalmente distintos ambas expresiones.
Por lo tanto, la conclusión es:
1. Las palabras se combinan bajo ciertas reglas que todos los hablantes conocemos aunque no seamos expertos en gramática.
2. La suma de los significados de las palabras no genera el significado de la expresión generada.
Clases de sintagmas
Por la naturaleza de su núcleo, los sintagmas se clasifican en nominales, verbales, adverbiales y adjetivos.
* Sintagma nominal es el que tiene por núcleo un sustantivo, un pronombre personal u otra palabra que equivalga a un sustantivo, como el infinitivo. Son sintagmas nominales los siguientes:
las golondrinas; fuertes vientos siberianos
Juan; el buen comer
Platero y yo; el porqué de las cosas
La función más característica del sintagma nominal es la de sujeto (S); sin embargo, también ejerce otras funciones, como las de complemento directo (CD), complemento indirecto (CI), complemento del nombre (CN), complemento circunstancial (CC), complemento régimen (CRég), atributo (Atr), complemento predicativo (CPvo), agente (CAg). Ejemplos:
.................La vida me sonríe (S)
.................Cierra las ventanas (CD)
.................Dad al César lo que es del César (CI)
.................La casa de mi abuela (CN)
.................Nos vemos el lunes (CC)
.................Salir de dudas (CRég)
.................Mi primo es abogado (Atr)
.................Lo han nombrado director (CPvo)
.................Fue premiado por el jurado (CAg)
* Sintagma verbal es el que tiene por núcleo un verbo. La función propia de este sintagma es la de predicado:
.................Ven.
.................Las golondrinas construyen su nido en el campanario.
.................Alguien llama a la puerta.
.................Llueve a mares.
* Sintagma adjetivo es el que tiene por núcleo un adjetivo, como en los siguientes ejemplos:
fácil; muy bueno
fácil de explicar; loco de atar
La función más característica del sintagma adjetivo es la de complemento del nombre (CN), aunque puede desempeñar también las funciones de atributo (Atr) y complemento predicativo (CPvo):
.................El actor hizo una muy buena actuación. (CN)
.................Este asunto es bastante confuso. (Atr)
.................Los pasteles han salido muy quemados. (CPvo)
* Sintagma adverbial es el que tiene por núcleo un adverbio. La función característica del sintagma adverbial es la de complemento circunstancial (CC):
.................Lo hizo todo muy bien.
.................Se levanta bastante temprano.
.................Enfrente de mi casa han puesto una fuente.
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La sintaxis es la parte de la gramática que estudia la función de las palabras al combinarse.
Como sabemos todos, las palabras son importantes para comunicarnos, pero de nada nos servirían si no fueran capaces de combinarse entre ellas. La comunicación con palabras aisladas es imposible, de ahí la importancia de la sintaxis.
Ahora bien, las palabras se combinan de acuerdo a ciertas reglas almacenadas en nuestro cerebro con los años que llevamos hablando una lengua determinada.
De ahí que digamos:
El día en la playa fue muy divertido
Pero nunca:
El muy playa en divertido fue la día
El ejemplo anterior nos demuestra dos cosas: primero, que las palabras no se combinan de cualquier manera, sino siguiendo ciertas reglas que todos conocemos, así no seamos expertos en gramática (las conocemos de manera instintiva); segundo que el significado de una expresión no se obtiene de sumar los significados de las palabras que la componen puesto que la oración El día en la playa fue muy divertido y la expresión El muy playa en divertido fue la día tienen las mismas palabras pero una tiene significado y la otra no.
El siguiente ejemplo ilustra mejor lo último:
El perro mordió al ladrón.
El ladrón mordió al perro.
Ambas oraciones tienen las mismas palabras y la única variación ha sido intercambiar lugares entre las palabras ladrón y perro. Pero, aunque contienen las mismas palabras, a nadie le queda duda de que tienen significados totalmente distintos ambas expresiones.
Por lo tanto, la conclusión es:
1. Las palabras se combinan bajo ciertas reglas que todos los hablantes conocemos aunque no seamos expertos en gramática.
2. La suma de los significados de las palabras no genera el significado de la expresión generada.
Clases de sintagmas
Por la naturaleza de su núcleo, los sintagmas se clasifican en nominales, verbales, adverbiales y adjetivos.
* Sintagma nominal es el que tiene por núcleo un sustantivo, un pronombre personal u otra palabra que equivalga a un sustantivo, como el infinitivo. Son sintagmas nominales los siguientes:
las golondrinas; fuertes vientos siberianos
Juan; el buen comer
Platero y yo; el porqué de las cosas
La función más característica del sintagma nominal es la de sujeto (S); sin embargo, también ejerce otras funciones, como las de complemento directo (CD), complemento indirecto (CI), complemento del nombre (CN), complemento circunstancial (CC), complemento régimen (CRég), atributo (Atr), complemento predicativo (CPvo), agente (CAg). Ejemplos:
.................La vida me sonríe (S)
.................Cierra las ventanas (CD)
.................Dad al César lo que es del César (CI)
.................La casa de mi abuela (CN)
.................Nos vemos el lunes (CC)
.................Salir de dudas (CRég)
.................Mi primo es abogado (Atr)
.................Lo han nombrado director (CPvo)
.................Fue premiado por el jurado (CAg)
* Sintagma verbal es el que tiene por núcleo un verbo. La función propia de este sintagma es la de predicado:
.................Ven.
.................Las golondrinas construyen su nido en el campanario.
.................Alguien llama a la puerta.
.................Llueve a mares.
* Sintagma adjetivo es el que tiene por núcleo un adjetivo, como en los siguientes ejemplos:
fácil; muy bueno
fácil de explicar; loco de atar
La función más característica del sintagma adjetivo es la de complemento del nombre (CN), aunque puede desempeñar también las funciones de atributo (Atr) y complemento predicativo (CPvo):
.................El actor hizo una muy buena actuación. (CN)
.................Este asunto es bastante confuso. (Atr)
.................Los pasteles han salido muy quemados. (CPvo)
* Sintagma adverbial es el que tiene por núcleo un adverbio. La función característica del sintagma adverbial es la de complemento circunstancial (CC):
.................Lo hizo todo muy bien.
.................Se levanta bastante temprano.
.................Enfrente de mi casa han puesto una fuente.
REDOX
Se denomina reacción de reducción-oxidación, óxido-reducción, o simplemente reacción redox, a toda reacción química en la cual existe una transferencia electrónica entre los reactivos, dando lugar a un cambio en los estados de oxidación de los mismos con respecto a los productos.
Para que exista una reacción redox, en el sistema debe haber un elemento que ceda electrones y otro que los acepte:
El agente reductor es aquel elemento químico que suministra electrones de su estructura química al medio, aumentando su estado de oxidación, es decir, siendo oxidado.
El agente oxidante es el elemento químico que tiende a captar esos electrones, quedando con un estado de oxidación inferior al que tenía, es decir, siendo reducido.[1]
Cuando un elemento químico reductor cede electrones al medio se convierte en un elemento oxidado, y la relación que guarda con su precursor queda establecida mediante lo que se llama un par redox. Análogamente, se dice que cuando un elemento químico capta electrones del medio se convierte en un elemento reducido, e igualmente forma un par redox con su precursor oxidado.
Principio de electroneutralidadDentro de una reacción global redox, se da una serie de reacciones particulares a las cuales se les llama semirreacciones o reacciones parciales.
2 Na+ + 2 Cl− → 2 Na + Cl2
o más comúnmente:
2 NaCl → 2 Na + Cl2
La tendencia a reducir u oxidar a otros elementos químicos se cuantifica por el potencial de reducción, también llamado potencial redox.
Una titulación redox es una en la que un indicador químico indica el cambio en el porcentaje de la reacción redox mediante el viraje de color entre el oxidante y el reductor.
[editar] Oxidación
Oxidación del hierro.La oxidación es una reacción química muy poderosa donde un elemento cede electrones, y por lo tanto aumenta su estado de oxidación.[2] Se debe tener en cuenta que en realidad una oxidación o una reducción es un proceso por el cual cambia el estado de oxidación de un compuesto. Este cambio no significa necesariamente un intercambio de electrones. Suponer esto -que es un error común- implica que todos los compuestos formados mediante un proceso redox son iónicos, puesto que es en éstos compuestos donde sí se da un enlace iónico, producto de la transferencia de electrones.
Por ejemplo, en la reacción de formación del cloruro de hidrógeno a partir de los gases dihidrógeno y dicloruro, se da un proceso redox y sin embargo se forma un compuesto covalente.
Estas dos reacciones siempre se dan juntas, es decir, cuando una sustancia se oxida, siempre es por la acción de otra que se reduce. Una cede electrones y la otra los acepta. Por esta razón, se prefiere el término general de reacciones redox.
La propia vida es un fenómeno redox. El oxígeno es el mejor oxidante que existe debido a que la molécula es poco reactiva (por su doble enlace) y sin embargo es muy electronegativo, casi como el flúor.
La sustancia más oxidante que existe es el catión KrF+ porque fácilmente forma Kr y F+.
Entre otras, existen el permanganato de potasio (KMnO4), el dicromato de potasio (K2Cr2O7), el agua oxigenada (H2O2), el ácido nítrico (HNO3), los hipohalitos y los halatos (por ejemplo el hipoclorito de sodio (NaClO) muy oxidante en medio alcalino y el bromato de potasio (KBrO3)). El ozono (O3) es un oxidante muy enérgico:
Br− + O3 → BrO3−
El nombre de "oxidación" proviene de que en la mayoría de estas reacciones, la transferencia de electrones se da mediante la adquisición de átomos de oxígeno (cesión de electrones) o viceversa. Sin embargo, la oxidación y la reducción puede darse sin que haya intercambio de oxígeno de por medio, por ejemplo, la oxidación de yoduro de sodio a yodo mediante la reducción de cloro a cloruro de sodio:
2 NaI + Cl2 → I2 + 2 NaCl
Esta puede desglosarse en sus dos semirreacciones corresponden
2I− → I2 + 2 e−
Cl2 + 2 e− → 2 Cl−
Ejemplo
El hierro puede presentar dos formas oxidadas:
Óxido de hierro (II): FeO.
Óxido de hierro (III): Fe2O3
[editar] ReducciónEn química, reducción es el proceso electroquímico por el cual un átomo o ion gana electrones. Implica la disminución de su estado de oxidación. Este proceso es contrario al de oxidación.
Cuando un ion o un átomo se reducen presenta estas características:
Gana electrones.
Actúa como agente oxidante.
Es reducido por un agente reductor.
Disminuye su estado o número de oxidación.
Ejemplo
El ion hierro (III) puede ser reducido a hierro (II):
Fe3+ + e− → Fe2+
En química orgánica, la disminución de enlaces de átomos de oxígeno a átomos de carbono o el aumento de enlaces de hidrógeno a átomos de carbono se interpreta como una reducción. Por ejemplo:
CH≡CH + H2 → CH2=CH2 (el etino se reduce para dar eteno).
CH3–CHO + H2 → CH3–CH2OH (el etanal se reduce a etanol).
[editar] Número de oxidaciónLa cuantificación de un elemento químico puede efectuarse mediante su número de oxidación. Durante el proceso, el número de oxidación del elemento aumenta. En cambio, durante la reducción, el número de oxidación de la especie que se reduce disminuye. El número de oxidación es un número entero que representa el número de electrones que un átomo pone en juego cuando forma un enlace determinado.
El número de oxidación:
Aumenta si el átomo pierde electrones (el elemento químico que se oxida), o los comparte con un átomo que tenga tendencia a captarlos.
Disminuye cuando el átomo gana electrones (el elemento químico que se reduce), o los comparte con un átomo que tenga tendencia a cederlos.
[editar] Reglas para asignar el número de oxidaciónEl número de oxidación de todos los elementos sin combinar es cero. Independientemente de la forma en que se representen.
El número de oxidación de las especies iónicas monoatómicas coincide con la carga del ion.
El número de oxidación del hidrógeno combinado es +1, excepto en los hidruros metálicos, donde su número de oxidación es –1 (ej: AlH3, LiH)
El número de oxidación del oxígeno combinado es –2, excepto en los peróxidos, donde su número de oxidación es –1 (ej.:Na2O2, H2O2).
El número de oxidación en los elementos metálicos, cuando están combinados es siempre positivo y numéricamente igual a la carga del ion.
El número de oxidación de los halógenos en los hidrácidos y sus respectivas sales es –1, en cambio el número de oxidación del azufre en su hidrácido y respectivas sales es –2.
El número de oxidación de una molécula es cero. O lo que es lo mismo, la suma de los números de oxidación de los átomos de una molécula neutra es cero.
[editar] Ajuste de ecuacionesTodo proceso redox requiere del ajuste estequiométrico de los componentes de las semireacciones para la oxidación y reducción.
Para reacciones en medio acuoso, generalmente se añaden:
en medio ácido iones hidrógeno (H+), moléculas de agua (H2O), y electrones
en medio básico hidroxilos (OH−), moléculas de agua (H2O), y electrones para compensar los cambios en los números de oxidación.
[editar] Medio ácidoEn medio ácido se agregan hidronios (cationes) (H+) y agua (H2O) a las semirreacciones para balancear la ecuación final.
Del lado de la ecuación que haga falta oxígeno se agregarán moléculas de agua, y del lado de la ecuación que hagan falta hidrógenos se agregarán hidronios.
Por ejemplo, cuando el Manganeso (II) reacciona con el Bismutato de Sodio.
Ecuación sin balancear:
Oxidación :
Reducción :
Ahora tenemos que agregar los hidronios y las moléculas de agua donde haga falta hidrógenos y donde haga falta oxígenos, respectivamente.
Oxidación:
Reducción:
Las reacciones se balancearán al momento de igualar la cantidad de electrones que intervienen en ambas semirreacciones. Esto se logrará multiplicando la reacción de una semirreación por el número de electrones de la otra semirreacción (y, de ser necesario, viceversa), de modo que la cantidad de electrones sea constante.
Oxidación:
Reducción:
Al final tendremos:
Oxidación:
Reducción:
Como se puede ver, los electrones están balanceados, así que procedemos a sumar las dos semirreacciones, para obtener finalmente la ecuación balanceada.
[editar] Medio básicoEn medio básico se agregan iones hidróxilo (aniones) (OH−) y agua (H2O) a las semirreacciones para balancear la ecuación final.
Por ejemplo, tenemos la reacción entre el Permanganato de Potasio y el Sulfato de Sodio.
Ecuación sin balancear:
Separamos las semirreacciones en
Oxidación:
Reducción:
Agregamos la cantidad adecuada de Hidróxidos y Agua (las moléculas de agua se sitúan en donde hay mayor cantidad de oxígenos).
Oxidación:
Reducción:
Balanceamos la cantidad de electrones al igual que en el ejemplo anterior.
Oxidación:
Reducción:
Obtenemos:
Oxidación:
Reducción:
Como se puede ver, los electrones están balanceados, así que procedemos a sumar las dos semirreacciones, para obtener finalmente la ecuación balanceada.
Para que exista una reacción redox, en el sistema debe haber un elemento que ceda electrones y otro que los acepte:
El agente reductor es aquel elemento químico que suministra electrones de su estructura química al medio, aumentando su estado de oxidación, es decir, siendo oxidado.
El agente oxidante es el elemento químico que tiende a captar esos electrones, quedando con un estado de oxidación inferior al que tenía, es decir, siendo reducido.[1]
Cuando un elemento químico reductor cede electrones al medio se convierte en un elemento oxidado, y la relación que guarda con su precursor queda establecida mediante lo que se llama un par redox. Análogamente, se dice que cuando un elemento químico capta electrones del medio se convierte en un elemento reducido, e igualmente forma un par redox con su precursor oxidado.
Principio de electroneutralidadDentro de una reacción global redox, se da una serie de reacciones particulares a las cuales se les llama semirreacciones o reacciones parciales.
2 Na+ + 2 Cl− → 2 Na + Cl2
o más comúnmente:
2 NaCl → 2 Na + Cl2
La tendencia a reducir u oxidar a otros elementos químicos se cuantifica por el potencial de reducción, también llamado potencial redox.
Una titulación redox es una en la que un indicador químico indica el cambio en el porcentaje de la reacción redox mediante el viraje de color entre el oxidante y el reductor.
[editar] Oxidación
Oxidación del hierro.La oxidación es una reacción química muy poderosa donde un elemento cede electrones, y por lo tanto aumenta su estado de oxidación.[2] Se debe tener en cuenta que en realidad una oxidación o una reducción es un proceso por el cual cambia el estado de oxidación de un compuesto. Este cambio no significa necesariamente un intercambio de electrones. Suponer esto -que es un error común- implica que todos los compuestos formados mediante un proceso redox son iónicos, puesto que es en éstos compuestos donde sí se da un enlace iónico, producto de la transferencia de electrones.
Por ejemplo, en la reacción de formación del cloruro de hidrógeno a partir de los gases dihidrógeno y dicloruro, se da un proceso redox y sin embargo se forma un compuesto covalente.
Estas dos reacciones siempre se dan juntas, es decir, cuando una sustancia se oxida, siempre es por la acción de otra que se reduce. Una cede electrones y la otra los acepta. Por esta razón, se prefiere el término general de reacciones redox.
La propia vida es un fenómeno redox. El oxígeno es el mejor oxidante que existe debido a que la molécula es poco reactiva (por su doble enlace) y sin embargo es muy electronegativo, casi como el flúor.
La sustancia más oxidante que existe es el catión KrF+ porque fácilmente forma Kr y F+.
Entre otras, existen el permanganato de potasio (KMnO4), el dicromato de potasio (K2Cr2O7), el agua oxigenada (H2O2), el ácido nítrico (HNO3), los hipohalitos y los halatos (por ejemplo el hipoclorito de sodio (NaClO) muy oxidante en medio alcalino y el bromato de potasio (KBrO3)). El ozono (O3) es un oxidante muy enérgico:
Br− + O3 → BrO3−
El nombre de "oxidación" proviene de que en la mayoría de estas reacciones, la transferencia de electrones se da mediante la adquisición de átomos de oxígeno (cesión de electrones) o viceversa. Sin embargo, la oxidación y la reducción puede darse sin que haya intercambio de oxígeno de por medio, por ejemplo, la oxidación de yoduro de sodio a yodo mediante la reducción de cloro a cloruro de sodio:
2 NaI + Cl2 → I2 + 2 NaCl
Esta puede desglosarse en sus dos semirreacciones corresponden
2I− → I2 + 2 e−
Cl2 + 2 e− → 2 Cl−
Ejemplo
El hierro puede presentar dos formas oxidadas:
Óxido de hierro (II): FeO.
Óxido de hierro (III): Fe2O3
[editar] ReducciónEn química, reducción es el proceso electroquímico por el cual un átomo o ion gana electrones. Implica la disminución de su estado de oxidación. Este proceso es contrario al de oxidación.
Cuando un ion o un átomo se reducen presenta estas características:
Gana electrones.
Actúa como agente oxidante.
Es reducido por un agente reductor.
Disminuye su estado o número de oxidación.
Ejemplo
El ion hierro (III) puede ser reducido a hierro (II):
Fe3+ + e− → Fe2+
En química orgánica, la disminución de enlaces de átomos de oxígeno a átomos de carbono o el aumento de enlaces de hidrógeno a átomos de carbono se interpreta como una reducción. Por ejemplo:
CH≡CH + H2 → CH2=CH2 (el etino se reduce para dar eteno).
CH3–CHO + H2 → CH3–CH2OH (el etanal se reduce a etanol).
[editar] Número de oxidaciónLa cuantificación de un elemento químico puede efectuarse mediante su número de oxidación. Durante el proceso, el número de oxidación del elemento aumenta. En cambio, durante la reducción, el número de oxidación de la especie que se reduce disminuye. El número de oxidación es un número entero que representa el número de electrones que un átomo pone en juego cuando forma un enlace determinado.
El número de oxidación:
Aumenta si el átomo pierde electrones (el elemento químico que se oxida), o los comparte con un átomo que tenga tendencia a captarlos.
Disminuye cuando el átomo gana electrones (el elemento químico que se reduce), o los comparte con un átomo que tenga tendencia a cederlos.
[editar] Reglas para asignar el número de oxidaciónEl número de oxidación de todos los elementos sin combinar es cero. Independientemente de la forma en que se representen.
El número de oxidación de las especies iónicas monoatómicas coincide con la carga del ion.
El número de oxidación del hidrógeno combinado es +1, excepto en los hidruros metálicos, donde su número de oxidación es –1 (ej: AlH3, LiH)
El número de oxidación del oxígeno combinado es –2, excepto en los peróxidos, donde su número de oxidación es –1 (ej.:Na2O2, H2O2).
El número de oxidación en los elementos metálicos, cuando están combinados es siempre positivo y numéricamente igual a la carga del ion.
El número de oxidación de los halógenos en los hidrácidos y sus respectivas sales es –1, en cambio el número de oxidación del azufre en su hidrácido y respectivas sales es –2.
El número de oxidación de una molécula es cero. O lo que es lo mismo, la suma de los números de oxidación de los átomos de una molécula neutra es cero.
[editar] Ajuste de ecuacionesTodo proceso redox requiere del ajuste estequiométrico de los componentes de las semireacciones para la oxidación y reducción.
Para reacciones en medio acuoso, generalmente se añaden:
en medio ácido iones hidrógeno (H+), moléculas de agua (H2O), y electrones
en medio básico hidroxilos (OH−), moléculas de agua (H2O), y electrones para compensar los cambios en los números de oxidación.
[editar] Medio ácidoEn medio ácido se agregan hidronios (cationes) (H+) y agua (H2O) a las semirreacciones para balancear la ecuación final.
Del lado de la ecuación que haga falta oxígeno se agregarán moléculas de agua, y del lado de la ecuación que hagan falta hidrógenos se agregarán hidronios.
Por ejemplo, cuando el Manganeso (II) reacciona con el Bismutato de Sodio.
Ecuación sin balancear:
Oxidación :
Reducción :
Ahora tenemos que agregar los hidronios y las moléculas de agua donde haga falta hidrógenos y donde haga falta oxígenos, respectivamente.
Oxidación:
Reducción:
Las reacciones se balancearán al momento de igualar la cantidad de electrones que intervienen en ambas semirreacciones. Esto se logrará multiplicando la reacción de una semirreación por el número de electrones de la otra semirreacción (y, de ser necesario, viceversa), de modo que la cantidad de electrones sea constante.
Oxidación:
Reducción:
Al final tendremos:
Oxidación:
Reducción:
Como se puede ver, los electrones están balanceados, así que procedemos a sumar las dos semirreacciones, para obtener finalmente la ecuación balanceada.
[editar] Medio básicoEn medio básico se agregan iones hidróxilo (aniones) (OH−) y agua (H2O) a las semirreacciones para balancear la ecuación final.
Por ejemplo, tenemos la reacción entre el Permanganato de Potasio y el Sulfato de Sodio.
Ecuación sin balancear:
Separamos las semirreacciones en
Oxidación:
Reducción:
Agregamos la cantidad adecuada de Hidróxidos y Agua (las moléculas de agua se sitúan en donde hay mayor cantidad de oxígenos).
Oxidación:
Reducción:
Balanceamos la cantidad de electrones al igual que en el ejemplo anterior.
Oxidación:
Reducción:
Obtenemos:
Oxidación:
Reducción:
Como se puede ver, los electrones están balanceados, así que procedemos a sumar las dos semirreacciones, para obtener finalmente la ecuación balanceada.
lunes, 28 de noviembre de 2011
LA CIUDAD Y LOS PERROS(MIGUEL ANGEL SANCHEZ VALLEJOS)
La ciudad y los perros es la primera novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010. Galardonada con el Premio Biblioteca Breve en 1962, fue publicada en 1963 y se le otorgó el Premio de la Crítica Española. Originalmente el autor la tituló La morada del héroe y luego Los impostores. Su importancia es trascendental pues abrió un ciclo de modernidad en la narrativa peruana. A la par con otras obras de diversos autores de Latinoamérica, dio inicio al llamado “boom latinoamericano”. Ha tenido múltiples ediciones y ha sido traducida a decenas de idiomas. Su título en lengua inglesa es The Time of the Hero.
Mario Vargas Llosa estudió dos años de educación secundaria en el Colegio Militar Leoncio Prado, entre 1950 y 1951, y esta vivencia o “aventura” (como él mismo la llama) lo marcó profundamente, al punto que cuando años después estuvo convencido de que sería escritor (hacia 1956), tuvo muy en claro que su primera novela debía basarse en esa experiencia escolar. Pero razones de tiempo impidieron que entonces se pusiera manos a la obra. Fue recién cuando partió becado a España, cuando pudo disponer de tiempo libre. Comenzó a escribir la novela en el otoño de 1958 en Madrid, en una tasca de Menéndez y Pelayo llamada «El Jute», que hoy es un restaurante con otro nombre,1 y la terminó en el invierno de 1961, en una buhardilla de París.
El proceso de escritura y reescritura de esta obra fue muy agobiante. Vargas Llosa lo confesó a Abelardo Oquendo en una carta que le escribió a principios de 1959:
ORIGEN DEL TITULO
El primer título que tanteó el escritor para su novela fue La morada del héroe, que cambió luego por Los impostores, aunque sin quedar satisfecho. Estando en Lima se encontró con su amigo, el crítico peruano José Miguel Oviedo, a quien consultó sobre esta disyuntiva. Oviedo, que ya había leído la obra con un grupo reducido de amigos, sugirió el nombre de La ciudad y las nieblas, por alusión a la niebla que siempre cubre la zona costera donde se halla el colegio militar y que es aludida frecuentemente en la novela. Como no convenciera a Mario, entonces Oviedo sacó de la manga otro nombre, La ciudad y los perros, por alusión a los “perros” o cadetes de tercer año, personajes de la novela. Mario, entusiasmado, exclamó entonces: «Ese es el título», y así fue como quedó bautizada la primera novela del escritor.
ARGUMENTO
Esta obra está ambientada en el Colegio Militar Leoncio Prado, donde adolescentes y jóvenes internos reciben formación escolar secundaria bajo una severa disciplina militar. Se narran las diferentes historias de unos muchachos que descubren y aprenden a convivir con una forma de vida alienante que no les permite desarrollarse como personas, y donde se les somete y humilla. No obstante, a través de este sistema, algunos encuentran la fortaleza necesaria para asumir sus retos.
Vargas Llosa critica la forma de vida y cultura castrenses, donde se potencian valores determinados (agresividad, valentía, hombría, sexualidad, etc.) que mutilan el desarrollo personal de los muchachos de ese internado. Con gran profusión de personajes, las vidas de estos se van entrecruzando, hasta tejer el tapiz de la obra. El nudo del relato se concentra en torno al robo de las preguntas de un examen, que es delatado por un cadete apodado el Esclavo, quien luego muere, presumiblemente a manos de otro cadete apodado El Jaguar. Otro cadete, el Poeta, tratará infructuosamente de denunciar al Jaguar. Todo ello enfrentará a los cadetes entre sí, y a todos ellos con las autoridades del Colegio, que son a la vez oficiales del ejército. El epílogo de la novela certifica lo que ha sido el colegio para los protagonistas: una estación de paso que los ha formado o deformado, para integrarlos a la sociedad civil.
(MIGUEL ANGEL SÁNCHEZ VALLEJOS)
Mario Vargas Llosa estudió dos años de educación secundaria en el Colegio Militar Leoncio Prado, entre 1950 y 1951, y esta vivencia o “aventura” (como él mismo la llama) lo marcó profundamente, al punto que cuando años después estuvo convencido de que sería escritor (hacia 1956), tuvo muy en claro que su primera novela debía basarse en esa experiencia escolar. Pero razones de tiempo impidieron que entonces se pusiera manos a la obra. Fue recién cuando partió becado a España, cuando pudo disponer de tiempo libre. Comenzó a escribir la novela en el otoño de 1958 en Madrid, en una tasca de Menéndez y Pelayo llamada «El Jute», que hoy es un restaurante con otro nombre,1 y la terminó en el invierno de 1961, en una buhardilla de París.
El proceso de escritura y reescritura de esta obra fue muy agobiante. Vargas Llosa lo confesó a Abelardo Oquendo en una carta que le escribió a principios de 1959:
ORIGEN DEL TITULO
El primer título que tanteó el escritor para su novela fue La morada del héroe, que cambió luego por Los impostores, aunque sin quedar satisfecho. Estando en Lima se encontró con su amigo, el crítico peruano José Miguel Oviedo, a quien consultó sobre esta disyuntiva. Oviedo, que ya había leído la obra con un grupo reducido de amigos, sugirió el nombre de La ciudad y las nieblas, por alusión a la niebla que siempre cubre la zona costera donde se halla el colegio militar y que es aludida frecuentemente en la novela. Como no convenciera a Mario, entonces Oviedo sacó de la manga otro nombre, La ciudad y los perros, por alusión a los “perros” o cadetes de tercer año, personajes de la novela. Mario, entusiasmado, exclamó entonces: «Ese es el título», y así fue como quedó bautizada la primera novela del escritor.
ARGUMENTO
Esta obra está ambientada en el Colegio Militar Leoncio Prado, donde adolescentes y jóvenes internos reciben formación escolar secundaria bajo una severa disciplina militar. Se narran las diferentes historias de unos muchachos que descubren y aprenden a convivir con una forma de vida alienante que no les permite desarrollarse como personas, y donde se les somete y humilla. No obstante, a través de este sistema, algunos encuentran la fortaleza necesaria para asumir sus retos.
Vargas Llosa critica la forma de vida y cultura castrenses, donde se potencian valores determinados (agresividad, valentía, hombría, sexualidad, etc.) que mutilan el desarrollo personal de los muchachos de ese internado. Con gran profusión de personajes, las vidas de estos se van entrecruzando, hasta tejer el tapiz de la obra. El nudo del relato se concentra en torno al robo de las preguntas de un examen, que es delatado por un cadete apodado el Esclavo, quien luego muere, presumiblemente a manos de otro cadete apodado El Jaguar. Otro cadete, el Poeta, tratará infructuosamente de denunciar al Jaguar. Todo ello enfrentará a los cadetes entre sí, y a todos ellos con las autoridades del Colegio, que son a la vez oficiales del ejército. El epílogo de la novela certifica lo que ha sido el colegio para los protagonistas: una estación de paso que los ha formado o deformado, para integrarlos a la sociedad civil.
(MIGUEL ANGEL SÁNCHEZ VALLEJOS)
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